Romería a la Virgen de Pelarda (Godos)

En Godos se celebraba romería al santuario de la Virgen del Mar o Pelarda, sito en el término municipal de Olalla, dos veces al año:

1- En el mes de junio, el domingo de la Santísima Trinidad o de Pentecostés. Iban sólo unos pocos pueblos, los informantes recuerdan Godos, Torrecilla del Rebollar, Olalla o Collados.

Cruzaban por el monte andando, la gente mayor con yegua o mulo, y lo primero que se hacía era acudir a la misa, después venía la comida. Recuerdan que antes había un salón para cada pueblo en la casa junto a la ermita, allí los romeros dejaban las alforjas con la merienda nada más llegar, pues en esos salones había mesas, sillas, vajillas,... Era donde los hermanos de la Cofradía hacían la comida para todos los cofrades a base de judías blancas con morro, trozos de cerdo y chorizo.

La santera, que vivía todo el año en la ermita, salía a pedir a la hora de comer portando la imagen de la Virgen, le daban pan, vino, jamón, pollo,...de lo que llevaban para comer ellos. De vez en cuando también bajaba a los pueblos a pedir para la virgen.

En los Rebollos del Trago, que están en el monte, a la entrada del pinar, era típico, desde antaño, parar a echar el trago de vino, se ataba el macho a los rebollos y se sacaban las botas de vino... y hasta el cura se echaba uno. Los que no habían ido a la romería salían de la iglesia con los santos y esperaban a los romeros en las eras de San Antón. Cuando los romeros asomaban por el alto de la Rubia, se formaba la procesión, y los jóvenes echaban a correr con los machos, a ver quien llegaba antes al pueblo.

2- En el mes de septiembre, era el día del Sitio. Van todos los pueblos

3- Además, si no llovía y había mucha sequía, el cura organizaba una rogativa el día que él designaba, para acudir a Pelarda a pedir agua (José dice que el cura sabía algo de meteorología y cuando se acercaba una borrasca, la convocaba. Por eso se explica que, ciertamente, lloviera tras la romería). Para pedir lluvias algunas gentes rezaban una novena(recuerdan a la tia Dionisia, que era muy aficionada).