Ojos de Monreal del Campo
Los Ojos de Monreal se encuentran a unos dos kilómetros de la localidad, constituyendo el manantial más cuantioso del valle del Jiloca y uno de sus espacios naturales más interesantes. Tanto es así, que varios autores han considerado de manera rotunda, en parte con razón, que el río Jiloca nace en estos Ojos. Alrededor de los Ojos se mantiene un frondoso prado que ha ido menguando a lo largo de la historia.
Características
Los Ojos de Monreal tienen un caudal de unos 760 litros por segundo, con máximos en primavera y otoño y mínimos en invierno y verano, debido en parte a la disminución de las precipitaciones, aunque también por la extracción de agua del acuífero para el riego. La calidad de las aguas es bastante buena, ligeramente bicarbonatada por la presencia de cal. El contenido en nitratos, filtrados desde los campos de cultivo, es muy bajo, aunque creciente en los últimos años (oscila entre los 22.5 mg/l de mínimo y los 30.8 mg/l de máximo).
Otra característica destacable de los Ojos es la temperatura de las aguas, que varían muy poco a lo largo del año, oscilando entre los 15º y 20 ºC. Mientras las diferencias de temperatura terrestre cambian con una amplitud considerable (tanto a lo largo del año como en el día), el microclima de las aguas permanece mucho más constante. Durante las mañanas invernales (temperaturas por debajo de los 0ºC) el agua emana vapor por la diferencia de temperatura, creando un ambiente de nieblas bajas sobre las aguas, un paisaje casi de ficción . El medio físico de los Ojos, la vegetación que crece atraída por el humedal, el volumen de la insurgencia, la calidad de sus aguas y la temperatura constante son factores óptimos para el desarrollo de multitud de especies animales y vegetales.
Flora y fauna
La vegetación predominante es el carrizal, estando en contacto con la zona inundada. En las zonas algo más alejadas y casi rodeando el humedal aparecen plantaciones de chopo híbrido de aprovechamiento maderero, así como pequeños huertos y una zona recreativa. También encontramos vegetación típicamente ribereña, como el chopo negro, el álamo cano, sauce blanco y diversas sargas. En el estrato arbustivo podemos encontrar la zarzamora, los rosales silvestres, el majuelo o el saúco.
En este humedal de Monreal del Campose localizan dos comunidades vegetales recogidas como hábitat a proteger en la legislación. Por un lado la asociación Salicetum purpureo-albae, y por otra el Potamo-Ceratophylletum demersi. Durante el trabajo que realizó el Instituto Pirenaico de Ecología de mano de J.L Benito se encontró también una rara orquídea, Epipactis hispanica. Otras raras especies han desaparecido en nuestros días. A principios del siglo XX Sennen citó en esta zona una curiosa y rara planta boreo-alpina, el Hippuris vulgaris, sin que haya sido vuelta a ver en Monreal del Campo.
En la fauna piscícola destacan especies como el barbo, la trucha común o del terreno, el gobio, la madrilla y el cada vez más raro pez lobo, denominado por estas zonas “Lamprea” o “Lambrea”.
Durante muchos años, los Ojos y el río Jiloca han sido muy explotados para el abastecimiento de pesca a la localidad. Se han podido localizar algunos contratos desde el siglo XVII por los que el Ayuntamiento sacaba a subasta la pesca del río Jijloca, permitiendo realizarla con manga o red. Los pescados obtenidos eran vendidos en la misma localidad, garantizando el abastecimiento a los vecinos. Los contratos de arrendamiento no citan las especies animales que se podían pescar, aunque sí regula la prohibición de capturarlas en época de desove.
En cuanto a la fauna, predominan los paseriformes y algunas anátidas: fochas, pollas de agua, ánades reales, zampullines, cercetas... incluso las grullas visitan de vez en cuando estos ambientes, aprovechando su cercanía a los campos de cultivo, especialmente de maíz. Aprovechando los bosques ribereños, se pueden observar multitud de ratoneros, los cernícalos, los milanos reales, el gavilán y el azor. Son grandes las concentraciones invernales de milanos reales (Milvus milvus) que pasan la noche en las choperas. El aguilucho lagunero también es frecuente por estos ambientes, incluso algunos cormoranes pasan el invierno por estas zonas.
Bibliografía
- Benedicto Gimeno, Emilio (2006): "Los Ojos de Monreal", en Historia de Monreal del Campo, Monreal, p. 117-132 [Texto completo]
- Sorando, Ricardo; Comín, Francisco A. y Moreno, S. (2007): "La restauración ecológica de los Ojos de Monreal del Campo (Teruel)", Xiloca: revista del Centro de Estudios del Jiloca, Nº. 35, pags. 127-152 [Texto completo]
- Benito Alonso, José Luis (2003): "Propuestas para la regeneración de la vegetación del Humedal de los Ojos de Monreal del Campo (Teruel)", Flora Montiberica 23, p.83-86 [Texto completo]
- San Román Saldaña, Javier (2004): "Los ojos de Monreal del Campo, donde nace el Jiloca", La Magia de Aragón, 11, p. 44-51
- Espacios naturales de la comarca del Jiloca: Ojos de Monreal. Recurso electrónico elaborado por los alumnos del IES Valle del Jiloca.