Fiesta del padre Selleras (Torre los Negros)
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Se celebra en Torre los Negros el fin de semana más próximo al 28 de febrero, aniversario de su fallecimiento. Eran las fiestas mas grandes e importantes del año y duraban 8 días, o incluso más, si el tiempo estaba malo y no permitía trabajar en el campo. En la actualidad se siguen celebrando unos días de fiesta en febrero, pero parece que tienen más tirón las fiestas de verano, que tienen lugar el último fin de semana de agosto, donde se dan cita la mayor parte de los hijos del pueblo que viven fuera.
La víspera tenían lugar las hogueras, que se hacían por barrios, y en ellas se quemaba leña y balagos mojados que formaban una gran humareda, parece ser que buscaban este humo para impresionar a la gente. En las hogueras se asaban patatas y longaniza, incluso se hacía de música y a bailar.
El día de la fiesta por la mañana se hacía la misa, a la que acudían gentes de muchos pueblos. En ella se daba el pan bendito y a lo largo de la misma se realizaba la ceremonia de las Hachas, que tenía lugar en el contexto de otras ceremonias religiosas importantes, ya que, según parece, las hachas salían cuando había fiesta importante. Además había una gran procesión con la virgen, las banderas y los santos, que salía de la iglesia, por el peirón de los santos, a bajar por la calle del medio y por la costera, de vuelta a la iglesia. Por la tarde había baile, siendo los 3 primeros días amenizado por un gaitero, generalmente el tio Caramba de Cutanda.
El resto de días tocaban los músicos del pueblo: Abel Losilla y José Cabañero con las bandurrias o Miguel Juan y Maximino Gambaro con las guitarras, entre otros, porque debía haber muchos músicos en Torre los Negros. Más antigua debió de ser la rondalla compuesta por Vicente Esteban, Joaquin Vicente (el porgador), Román Valero Rabanaque, David Fuertes, Antonio García "el moreno", Teodoro López o Pedro Teller. Era muy habitual bailar la zorra y el pasatrés amenizados por estos músicos, que más tarde, con la incorporación de orquestas, como la de Villarquemado, continuó realizándose.
Durante los últimos días de la fiesta del Venerable Padre Selleras tenía lugar la conocida como "Ronda del carro", en que la gente, algunos de ellos disfrazados, recorrían el pueblo con un carro engalanado, cantando jotas, poniendo enramadas en las casas de las mozas, cantando el ramo y recitando poesías a las novias de cada uno, como esta que reza: "En Bañón venden albarcas, / y en Villarejo sombreros, / y el que quiera mozas guapas / que venga a Torrelosnegros". Esto de los disfraces era porque en ocasiones las fiestas del Padre Selleras se juntaban con los carnavales.
Ese último día de fiestas los mayordomos de cada año recorrían las casas del pueblo recogiendo tortas huecas y pastas que ensartaban en unos sables metálicos con cintas. Esas tortas, llamadas "tortas de Torrijo", se comían en una merienda y las que se ponían duras se les echaban a los machos.
Los últimos días tenía lugar también la merienda de los huevos, con los huevos que los mozos habían puesto (media docena cada uno o así), se hacían duros y se comían. Esta costumbre se sigue manteniendo hoy día, en que se junta la gente a merendar el día 28 por la tarde y, entre otras viandas, se comen los huevos.